martes, 7 de junio de 2011

Los recuerdos nacen de la memoria.

Un bigote blanco, cuidado y perfilado, unas manos suaves . Esa tranquilidad que se respiraba a su lado, esa cara que escondía bajo el periódico y esas gafas cuadradas. Ese viejo curioso no era como los demás. No contaba historias vacías, contaba historias con significado, con los ojos brillantes. Sus historias me fascinaban, una vez le pregunté que cómo tenía tanta capacidad de contármelo todo, cómo podía confiar tanto en mí... El se incorporó y me miró fijamente, entonces, mirando ese negro brillante lo comprendí todo:
''- Siempre comparto mis recuerdos, los recuerdos se pierden si no los comparten. Si no eres egocéntrico, te perderás en la memoria.''


Dos años después decidí olvidar todo lo que ocurrió desde esa conversación y conservar lo anterior. Así la imagen de mi abuelo quedaría limpia. Será por olvidar... Simplemente dejar de compartir.
                                                           
Para mi abuelo, que falleció el pasado 28 de febrero, día de Andalucía.